martes, 20 de mayo de 2008

LEVOTIROXINA

Clave Forma Farmacéutica Indicaciones Vía de Administración y Dosis 1007 TABLETAS Cada tableta contiene: Levotiroxina sódica equivalente a 100 µg de levotiroxina sódica anhidra. Envase con 100 tabletas. Hipotiroidismo. Terapia sustitutiva (Tiroiditis, Cáncer del tiroides, oftalmopatía infiltrativa endócrina y nódulo tiroideo benigno). Oral. Adultos: Dosis: 50 µg/día, aumentar a intervalos de 25 a 50 µg al día durante dos a cuatro semanas hasta alcanzar el efecto terapéutico. Dosis máxima 200 µg/día. Niños: Menores de 6 meses 8 a 10 µg /kg/dia. De 6 a 12 meses 6 a 8 µg/kg/día. De 1 a 5 años: 5 a 6 µg/kg/día. De 6 a 12 años: 4 a 5 µg/kg/día. La administración es como dosis única. Generalidades Hormona que estimula el desarrollo corporal y cerebral, interviene en la producción del calor y la utilización de proteínas, carbohidratos, lípidos, agua, electrolitos y vitaminas. Riesgo en el Embarazo A Efectos adversos Taquicardia, arritmias cardiacas, angina de pecho, nerviosismo, insomnio, temblor, pérdida de peso, irregularidades menstruales. Contraindicaciones y Precauciones Insuficiencia suprarrenal, hipertiroidismo, eutiroidismo, infarto agudo del miocardio, hipertensión arterial e insuficiencia renal. Interacciones La colestiramina disminuye el efecto de las hormonas tiroideas. Incrementa los efectos de adrenérgicos, antidepresivos tríciclicos y digitálicos. La difenilhidantoína y el ácido acetilsalicílico incrementan el efecto de las hormonas tiroideas. AMIODARONA El mecanismo de la disfunción tiroidea producida por la terapia con amiodarona estriba en la producción de anticuerpos antitiroideos estimulada por la amiodarona o a un efecto citotóxico del fármaco sobre los folículos tiroideos [3]. Dado que un 33% del peso de la amiodarona está constituído por yodo, la dosis de mantenimiento de 200 a 600 mg/día ocasiona un ingreso neto de yodo orgánico de 75-225 mg. Teniendo en cuenta que los requirimientos del organismo en yodo son < mg/dia, la terapia con amiodarona ocasiona un aumento masivo de yodo. La amiodariona reduce la desiodinación de la tiroxina a triiodotironina al inhibir la iodotirona-5'-desiodinasa. Como resultado de esta inhibiciónb aumentan las concentraciones sérica de tiroxina mientras se reducen las concentraciones de triiodotironina. Aunque la TSH también aumenta inicialmente, a los tres meses de tratamiento, su valor retorna a la normalidad CONTRAINDICACIONES Y ADVERTENCIAS En alteraciones de la función tiroidea o historia previa de patología tiroidea debe ser usada con precaución. En caso de duda (antecedentes inciertos, anamnesis tiroidea familiar) hacer un estudio tiroideo antes del inicio del tratamiento ya que el fármaco puede exacerbar tanto el hiper como el hipotiroidismo. INTERACCIONES La asociación de metimazol y amiodarona puede reducir los niveles séricos de triiodotironina (T3) y tiroxina (T4) posiblemente debido a un aumento de la liberación de iodo. Se deben determinar frecuentemente los niveles de T3 y T4 en los pacientes que reciban esta asociación EFECTOS SECUNDARIOS Manifestaciones tiroideas: la amiodarona muestra unos efectos muy complejos sobre el metabolismo de la hormona tiroidea y puede afectar la función del tiroides en los pacientes tratados con este fármaco. La incidencia global de la disfunción tiroidea se estima oscila entre el 2—24%. Puede aparecer aumento de T4 con T3 normal o ligeramente disminuida que no se acompaña de sintomatología de alteración tiroidea y que no obliga a suspender el tratamiento con amiodarona. • Hipotiroidismo: la elevación franca de TSH ultrasensible (TSHu) confirma el diagnóstico. La función tiroidea se normaliza en un tiempo que varía de 1 a 3 meses después de suspender el tratamiento. En caso de indicación vital el tratamiento con amiodarona puede proseguirse asociado a L-tiroxina, utilizando la TSHu como guía posológica. • Hipertiroidismo: el descenso de la TSHu permite confirmar el diagnóstico. El cese del tratamiento es imperativo. La curación clínica habitualmente se produce 3 ó 4 meses después de retirar el tratamiento. Los antitiroideos pueden no ser eficaces siendo necesaria la asociación de corticoides (1 mg/kg) durante un tiempo prolongado (3 meses). Debe descartarse un hipo o hipertiroidismo ante la aparición de aumento de peso, apatía, bradicardia excesiva en relación al efecto esperado de amiodarona, en el hipotiroidismo; pérdida de peso, aparición de arritmias, angor, insuficiencia cardiaca en el hipertiroidismo. El seguimiento debe realizarse durante varios meses tras el cese del tratamiento. Ante toda sospecha de alteración de la función tiroidea deben determinarse los niveles de TSHu. Se recomienda un seguimiento regular de la función tiroidea en los sujetos con riesgo tiroideo (anamnesis tiroidea familiar, antecedentes personales inciertos). Advertencia: la presencia de yodo en la molécula interfiere algunos test tiroideos (fijación de yodo radiactivo, PBI); por lo que si fuera necesario se determinará T3, T4, TSHu. DIAZEPAN INTERFERENCIA EN PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO Diazepam interfiere con las pruebas de diagnóstico de tiroxina y liotironina. Inhibe la unión a proteínas de tiroxina y liotironina. Interacciones con los anticoagulantes orales POTENCIAN SU EFECTO ANTIINFLAMATORIOS Nabumetona, ketorolaco, ibuprofeno, diclofenaco ANTIMICROBIANOS Cotrrimoxazol, eritromicina, metronidazol, fluconazol y otros imidazoles, isoniacida, cefalosporinas, quinolonas, aminoglucósidos ANTIMICROBIANOS Rifampicina, dicloxacilina, griseofulvina ANTIMICROBIANOS Amoxicilina, clavulánicco, mebendazol, vancomicina, pipemídicco, enoxacino ANTIULCEROSOS Cimetidina, ranitidina, omeprazol ANTIULCEROSOS Sucralfato ANTIULCEROSOS Almagato, pantoprazol HIPOLIPEMIANTES Clofibrato, bezafibrato, lovastatina HIPOLIPEMIANTES Colestiramina HIPOLIPEMIANTES Cerivastatina ANTIDIABETICOS Glibenclamida INMUNOSUPRESORES Ciclosporina, azatioprina CARDIOVASCULARES Furosemida, tiazidaas, espironolactona, digoxina, atenolol, metoprolol, nifedipino, veraapamil, caaptopril, enalapril ANTIARRITMICOS Amiodarona, propafenona, qquinidina, propranolol OTROS Vitamina K, alcohol (crónico), anticonceptivos, glucocorticoides HIPOURICCEMIANTES Alopurinol, sulfinpirazona OTROS Alcohol, antitiroideos, anabolizantes, tiroxina TIROXINA Cuando se le administra colestiramina se debe administrar la levotiroxina una hora antes o cuatro horas después Puede aumentar el efecto anticoagu­lante de la warfarina y de anticoagulantes orales, El embarazo, los estrógenos y los anticoagulan­tes orales aumentan la unión de la hormona tiroidea a las globulinas disminuyendo su efecto terapéutico, siendo necesario el aumento de la tiroxina. La hepatitis infecciosa puede causar un efecto similar de unión exagerada a globulinas, la aplicación de andrógenos y dosis de corticosteroides disminuyen las concentraciones séricas de la tiroxina, dichas concentraciones disminuyen igualmente en acromegalia y nefrosis. La fenilbutazona y los salicilatos compiten por los sitios de unión con la levotiroxina así como con los sitios de unión de la prealbúmina. Las pruebas de yodo radiactivo pueden ser alteradas con la ingestión de yodo o con tratamientos que contengan yodo. (Ejemplo: yoduro de potasio). INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS: En diabéticos, el uso de las hormonas tiroideas puede requerir el aumento de las dosis de insulina o hipoglucemiantes orales. Si se reducen las dosis de hormona tiroidea puede producirse hipoglucemia a menos que se ajusten las dosis de insulina o hipoglucemiantes orales. Las hormonas tiroideas pueden potenciar la acción de los anticoagulantes (warfarina, bishidroxicomarina) por lo cual debe reducirse en un tercio la dosis del anticoagulante al iniciar el tratamiento. Ulteriores dosis se adecuarán según el tiempo de protrombina. La inyección de epinefrina en pacientes con cardiopatía isquémica puede precipitar un episodio de insuficiencia coronaria. Esto se puede ver favorecido en los pacientes que reciben hormonas tiroideas. Si se administran catecolaminas a los mismos es necesario un control estricto. Dado que colestiramina y colestipol fijan T4 y T3 en el intestino, menoscabando la absorción de las hormonas tiroideas, debe haber un lapso de cuatro a cinco horas entre la administración de las primeras y la de las hormonas tiroideas. En pacientes con tiroides insuficiente que reciben tratamiento de reposición con hormonas tiroideas, se debe aumentar la dosis de las mismas si se administran estrógenos o anticonceptivos orales con estrógenos. INTERACCIONES FÁRMACO/EXÁMENES DE LABORATORIO: Los siguientes fármacos o componentes de los mismos interfieren con los resultados de determinaciones de valores de T4 y T3: andrógenos, corticosteroides, estrógenos, preparados que contienen yodo y los numerosos preparados que contienen salicilatos. La no mejoría clínica y de laboratorio del hipotiroidismo cuando se emplean dosis adecuadas de hormonas tiroideas puede ser expresión de: pobre cumplimiento, absorción escasa, excesiva pérdida fecal o inactividad del preparado. La resistencia intracelular a la hormona tiroidea es bastante rara. Fármacos que reducen los niveles de función tiroidea Litio. El litio, un medicamento usado para el tratamiento de enfermedades psiquiátricas, tiene muchos efectos sobre la síntesis y la secreción de las hormonas tiroideas. Hasta el 50 % de los pacientes que lo toman desarrolla bocio, un 20 %, hipotiroidismo sintomático y otro 20 a 30 %, hipotiroidismo sin síntomas. Amiodarona. La amiodarona ( Trangorex), un fármaco que se usa en el tratamiento de las arritmias cardíacas y que contiene yodo, puede provocar hiper o hipotiroidismo, en especial en pacientes con un problema tiroideo previo. Fármacos anticomiciales. Los fármacos utilizados para la epilepsia, incluyendo la fenitoína y la carbamazepina, reducen los niveles de hormonas tiroideas. Otros muchos fármacos contienen yodo o tienen ciertas propiedades que pueden afectar al tiroides, aunque sus efectos casi siempre desaparecen al retirarlos. El selenio a altas dosis puede también disminuir las concentraciones de hormonas tiroideas. Algunos fármacos utilizados en la quimioterapia pueden causar hipotiroidismo Tabaquismo El tabaco triplica el riesgo de desarrollar enfermedades del tiroides, especialmente el hiper e hipotiroidismo autoinmune. Según un estudio realizado en 1998, el hábito del tabaco aumenta los efectos negativos del hipotiroidismo en los pacientes que ya sufren la enfermedad. Las mujeres embarazadas con hipotiroidismo subclínico que fuman entre uno y dos paquetes de cigarrillos al día presentan riesgo tanto de hipotiroidismo como de disminución de la acción de la TSH en tejidos extratiroideos, como el hígado. Igualmente, estas mujeres pueden presentar concentraciones más elevadas de colesterol total y LDL, denominado también "colesterol malo", que las no fumadoras con hipotiroidismo subclínico Muchos fármacos afectan el tiroides, por ello, cualquier persona que esté recibiendo tratamiento por una enfermedad crónica, los pacientes que tomen medicación tiroidea y requieran otros medicamentos o aquellos que presenten riesgo de enfermedad tiroidea y necesiten tomar fármacos deberían conocer y comentar el posible impacto de estos fármacos en el tiroides.